Demócrito y Tutmosis tienen una amistad entrañable, de esas amistades ampliamente honestas y respetuosas, sin reservas, que trascienden al tiempo, a las circunstancias e incluso a otras vidas u otras dimensiones. Ambos comparten pensamientos en común y largas horas de debate y aprendizaje sobre la vida, la evolución, la energía y el trabajo espiritual.