Este libro nos ofrece una visión innovadora para solucionar el problema de criminalidad que vive México, centrándose en el potencial que tienen las policías municipales y la justicia cívica para reducir y controlar el 90% de los delitos a su nivel mínimo.
A lo largo de cuatro capítulos, con un lenguaje claro y accesible, respaldado con datos, ejemplos y casos prácticos, se ilustra el argumento y la propuesta fundamental del texto: de implementarse lo que aquí se propone, las policías municipales (urbanas y rurales) y la justicia cívica, gracias a su indiscutible cercanía con la población, podrían resolver la mayoría de los delitos, abatir la impunidad, impedir el reclutamiento de personas por parte del crimen organizado y brindar seguridad con justicia a la ciudadanía.
Un texto relevante que, de aplicarse, permitiría que la estrategia de las autoridades federales y estatales pudiera concentrarse en el combate a los delitos más complejos que amenazan la estabilidad del Estado Mexicano.