En Cometierra, Dolores Reyes crea una fusión excitante entre misticismo, realidad y sufrimiento. La protagonista, luego de la muerte de su madre, descubre que cuando come tierra tiene visiones, es ese el detonante para que su vida se transforme y comience un camino lleno de personas que suplican su ayuda.
Es una novela que juega con lo político, pero también con la pobreza, la realidad, la necesidad y la fantasía de poseer un don que no se elige, que es otorgado como un regalo divino.