Lu Ciccia

lo que vengo a proponer aquí es que la idea de dimorfismo sexual (o neodimorfismo), sobre la que se fundan las lecturas jerárquicas de los cuerpos, fue construida y refinada por el discurso científico como forma de justificar y sostener la estructura social, económica e ideológica que la modernidad requería. Esto nos conduce a una posible pista para comenzar a desarrollar una lectura revolucionaria de los cuerpos.

La linealidad para interpretar la historia de la ciencia resulta de la noción de “progreso científico”, una idea moderna y por tanto eurocéntrica, una noción que busca dar sentido a la frase “profundización del conocimiento”

progreso” es un concepto político que legitima una cierta forma de describir el mundo y el cuerpo. En el mismo sentido, “profundizar” no equivale a obtener una mayor verdad.

coloreados (cromo-somas) aparecían d

El sexo, así, es un balance, más que una dicotomía tan parteaguas (aunque Lu nos recuerda que la etimología de “sexo” remite a sección o separación).

la progesterona es también precursora necesaria de la formación de testosterona. A

cuestiona la causalidad entre biología y comportamiento, entre sexo y género, entre cerebro y mente.

más conocimiento” no debe entenderse como “mayor verdad”, sino como una profundización en los presupuestos e hipótesis que legitimaron esa perspectiva.

La única forma en la que un libro así podría haber sido escrito: buscando en la interdisciplina el camino para comprender a estos seres extraños y complejos que somos los seres humanos.

En este marco, el sexo se caracterizaría por describir lo irreversible en relación con las biologías devenidas de los dos tipos de gametos que existen en nuestra especie, y de las formas mismas de aparición de dichos gametos.