Luego llegó el momento de las confesiones, supongo que tras estar al borde de la muerte uno se da cuenta de que la vida es urgente. Quién sabe dónde estaremos mañana, quién sabe si quiera si seguiremos con vida... La vida es urgente, así que si sientes algo, grítaselo al mundo; si algo te molesta, quéjate sin miedo a las reprimendas; si amas a alguien, hazlo con cada centímetro de tu ser; y si tienes que llorar, inúndate en lágrimas antes de que sea demasiado tarde.