La vida del espartano, de la cuna a la sepultura, era entrenarse para el combate y endurecerse. En Esparta no había lugar para los débiles. El bebé que nacía con el más mínimo defecto servía de alimento a buitres y lobos (lo despeñaban desde el monte Taigeto).
Carlos Efren Vadillohas quoted2 years ago
La rivalidad entre Atenas y Esparta condujo a la guerra del Peloponeso (-420), que duró veintisiete años y dejó a Grecia tan postrada que Filipo II, rey de Macedonia (la vecina del norte), la incorporó a su reino sin gran trabajo (-338).
Carlos Efren Vadillohas quoted2 years ago
éxito tiene muchos padres, pero el fracaso es huérfano
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