Norma Araiza

  • Esperanza Murielhas quoted2 years ago
    —Dile a tu mujer que el chef Marco va a hacer su tarta de lava y chocolate favorita esta noche, así que si se aburre de acariciar hurones abandonados, deberían pasar…

    Angelo me interrumpe con una mano en el brazo. Mi mirada se posa en su agarre y luego en su expresión suavizada. Extiende la otra mano hacia delante y siento que se me hace un nudo en la garganta.

    Me lo trago. Le sostengo la mirada a mi hermano mientras extiendo la mano junto a la suya. Está quieto. Convincente. Aparentemente satisfecho, Angelo asiente y vuelve a centrar su atención en Wren.
  • Esperanza Murielhas quoted2 years ago
    Estaremos a bordo esta noche. Rory y Tayce quieren pasar el rato con Penny, de todos modos.
  • Esperanza Murielhas quoted2 years ago
    —Estos días soy tan recto como una regla.

    —No hay nada de derecho en enseñar a Rory a contar cartas
  • Esperanza Murielhas quoted2 years ago
    cree que doy mala suerte. Yo. La chica con el collar y un historial de salir viva de muertes seguras.

    Y joder, si es que no voy a usar eso a mí favor en todos los partidos en adelante.
  • Esperanza Murielhas quoted2 years ago
    Si Rafe te despide, siempre puedes venir a trabajar para mí, nena.

    Benny. Se desliza hasta el lado de Nico y observa directo a mi pecho.

    Dejo de golpe la coctelera y le miro fijamente.

    —¿A qué teta le ofreces un trabajo, Benny? ¿A la izquierda o derecha?

    Su mirada se acerca a la mía, acompañada de una sonrisa de oreja a oreja.

    —Dos por el precio de uno. ¿Qué has dicho?
  • Esperanza Murielhas quoted2 years ago
    No te voy a engañar. Soy muy mala en el trabajo de bar. —Le enseño la receta garabateada en mi muñeca con tinta borrosa—. ¿Ves?

    —Me doy cuenta por el color de ese mojito. No están hechos para ser marrones;

    ¿sabes
  • Esperanza Murielhas quoted2 years ago
    No te voy a engañar. Soy muy mala en el trabajo de bar. —Le enseño la receta garabateada en mi muñeca con tinta borrosa—. ¿Ves?

    —Me doy cuenta por el color de ese mojito. No están hechos para ser marrones;

    ¿sabes
  • Esperanza Murielhas quoted2 years ago
    sboza una sonrisa digna de un evento benéfico que no concuerda con el pecador que vive detrás de sus ojos.

    —¿Puedo?

    No es una pregunta. No lo es. Si lo fuera, habría esperado una respuesta antes de arrancarme bruscamente las bragas
  • Esperanza Murielhas quoted2 years ago
    Había planeado castigarla por hacerme pensar en ello toda la noche, pero entonces salió de su apartamento con dos tazas de cacao caliente y su pijama asomando por debajo de su chaqueta. Entró en mi auto, me dio una taza en silencio y se bebió la suya mientras miraba con sueño el tablero
  • Esperanza Murielhas quoted2 years ago
    El dolor se trasladó de la ingle al pecho y llenó el agujero negro que había allí. Pesaba

    una satisfacción perversa y, por una vez, no provenía de haber ganado una apuesta insignificante. Estaba cómoda aquí, en mi auto, a mi lado, con el cabello amontonado encima de la cabeza y la cara sin maquillaje. Con una dulzura enfermiza me di cuenta de que buscaba el calor de mi auto para hacer lo más vulnerable que puede hacer un ser humano: dormir.
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