La música define en gran medida quiénes somos. En otros tiempos, este fenómeno se solía explicar diciendo que la música toca la fibra más sensible de nuestra alma. Hoy en día se afirma algo no menos asombroso: que la música activa todas las zonas de nuestro cerebro, tanto el hemisferio derecho como el izquierdo, y que por eso ejerce una influencia tan profunda en quiénes somos y qué hacemos.31 La música nos forma y nos da forma. A través de la música que escuchamos descubrimos quiénes somos y nos desarrollamos como personas.