El narcisismo patológico tiene dos caras, como Jano, en el sentido de que la presentación dominante que los pacientes narcisistas hacen de ellos mismos como personas sumamente autosuficientes, absortos en sí mismos, centrados en realzarse y engrandecerse (aunque solo sea en la fantasía) protege su sensación atroz de vulnerabilidad, sus estados lacerantes de vergüenza y dudas acerca de ellos mismos, su aislamiento emocional y su soledad.