silencios visuales: «El blanco actúa sobre nuestra alma como un gran sonido absoluto. Interiormente suena como un “no-sonido”. [...] Es un silencio que no está muerto sino, por el contrario, lleno de posibilidades. El blanco suena como un silencio que de pronto puede comprenderse», mientras que «[e]l negro suena interiormente como la nada sin posibilidades, como la nada muerta después de apagarse el sol, como un silencio eterno sin futuro y sin esperanza».96 En otros estudios, dedicados al minimalismo y el conceptualismo, se recurre a la analogía del silencio con términos como «blanco» o «vacío». Entre ellos resalta el catálogo Voids, editado por Mathieu Copeland para una muestra de exposiciones vacías realizada en 2009.