«Los habitantes de Icario danzaron entonces por vez primera alrededor del macho cabrío.» Así que la tragedia sería la danza y el canto alrededor del macho cabrío. Por la otra está Aristóteles, según el cual la tragedia era la danza y el canto de los machos cabríos. Una inútil y antigua disputa se repite de generación en generación en torno a este dilema, que en realidad no lo es. «Quien quiera enmascararse de sátiro [de macho cabrío] debe matar antes un macho cabrío y despellejarlo.»