ninguna cantidad de evidencia puede obligar a nadie a creer. La creencia requiere asentimiento no solo de la mente sino también de la voluntad. Mientras que muchos no cristianos tienen preguntas intelectuales honestas, hemos encontrado que muchos más parecen tener una resistencia de la voluntad contra el cristianismo. En otras palabras, no es que no tengan evidencia para creer, es que no quieren creer