Avanza una barca bajo un cielo soleado,
lenta y soñolienta se desliza
inexorable en una tarde de julio...
Cerca tres niñas se acurrucan,
el oído atento y la mirada febril;
por escuchar un simple cuento dichosas...
La fuerza del tiempo ha palidecido ese cielo soleado,
enmudecen los ecos y mueren los recuerdos...
A manos de las heladas otoñales ha sucumbido julio.
Sigilosa, me atormenta, como un espectro,
Alicia deambulando bajo cielos
nunca vistos por ojos despiertos.