En cuanto a tus manos, lo más natural es tener los brazos a los lados del cuerpo y las manos fuera de los bolsillos, ni por atrás, ni cruzadas por delante; menos aún, mantengas tus brazos cruzados: son signo de inseguridad. No distraigas “lavándote las manos”, rascándote la cabeza o quitándote y poniéndote los lentes.
Por último, la voz, o sea, tu tono y ritmo al hablar. Debes controlar tu voz y mostrarte siempre seguro de ti mismo