Los pájaros estaca son una de las pocas aves que no construyen nido: machos y hembras calientan por turnos un único huevo blanco con manchas de color púrpura depositado en la oquedad de una rama. Cuando nace el polluelo, sus plumas son de un blanco níveo, y cuando el pequeñín crece demasiado para ocultarse de manera segura bajo uno de sus padres aprende a quedarse inmóvil para parecerse a un racimo de champiñones blancos.