Emilio Ayllón Rul

  • Diego Zapatahas quoted7 days ago
    generalizar a partir de un dato histórico concreto sin tener un dominio pleno de los detalles resulta peligroso, porque es muy fácil caer en la tentación de hacer paralelismos excesivamente simplificadores.
  • Diego Zapatahas quoted5 days ago
    Es muy fácil burlarse de los soldados rasos americanos, desconcertados cuando tratan de imponer su autoridad en una de las sociedades más complejas del mundo, pero aun así resulta increíble que Estados Unidos haya pasado tanto tiempo planificando la campaña militar y haya prestado tan poca atención a las consecuencias políticas que eran de prever dentro de Iraq.
  • Diego Zapatahas quoted2 days ago
    Al final, la realidad de los 25.000 soldados norteamericanos muertos o heridos en Iraq ha impresionado más a los votantes americanos.
    Muchos iraquíes se alegrarán de la muerte de Sadam, mientras que otros compartirán su opinión y lo considerarán un símbolo del país, alguien que hace el sacrificio patriótico supremo. Sin embargo, Sadam es solo uno de los 4.000 iraquíes que van a morir de manera violenta este mes. La guerra tiene ya su propia inercia y los iraquíes están demasiado preocupados por su propia supervivencia como para lamentarse o alegrarse mucho tiempo de la ejecución del hombre que los gobernó durante un cuarto de siglo.
  • Diego Zapatahas quoted4 hours ago
    Las dos guerras que han sacudido Iraq tras el derrocamiento de Sadam Husein por el ejército estadounidense en 2003 puede decirse que han terminado. La primera fue la que libraron los árabes suníes contra la ocupación americana desde 2003 hasta mediados de 2007 y que en realidad llegó a su fin porque estalló un segundo conflicto, este sí extraordinariamente sangriento: la guerra civil entre suníes y chiíes. Fue la victoria de los chiíes en esta guerra, que se libró principalmente en Bagdad y el centro de Iraq, lo que obligó a los insurgentes suníes a poner fin a su guerra de guerrillas contra los americanos.
  • Diego Zapatahas quoted4 hours ago
    La retirada militar de los americanos estabiliza Iraq hasta un punto que los protagonistas de la invasión jamás van a reconocer. La ocupación extranjera agudizó los odios étnicos y sectarios porque las tres principales comunidades del país adoptaron posturas radicalmente distintas hacia ella. Y desestabilizó Iraq por una segunda vía, porque asustó a los países vecinos. Lo cual no tiene nada de sorprendente, dado que los neoconservadores de Washington abogaban públicamente por un cambio de régimen en Teherán y Damasco, además de en Bagdad. Mientras hubiera un ejército de tierra americano en Iraq, los países vecinos iban a seguir fomentando los ataques de los grupos guerrilleros suníes y chiíes contra las tropas estadounidenses.
    Un peligro cuando se marchen los americanos es que los estados suníes se nieguen a reconocer el primer gobierno de mayoría chií en el mundo árabe desde los fatimíes, y que apoyen una resistencia suní en su contra.
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