Estamos capacitados para analizar problemas definidos. Pero en la vida, los problemas no están definidos. Un equipo de investigadores muy capacitados de la Universidad de Washington, en Saint Louis, Markus Baer, Kurt Dirks y Jackson Nickerson, ha examinado este punto con la mayor precisión posible y concluye que es muy frecuente que nos limitemos, porque no le prestamos suficiente atención a la formulación del problema. Una de las maneras en que nos limitamos es no formulando los problemas de tal modo que podamos resolverlos. Nos autolimitamos al no saber identificar el verdadero problema, ni formularlo.