es

Tara Westover

  • Luis Angulohas quoted2 years ago
    Me puse en pie, eché el cerrojo del cuarto de baño sin hacer ruido y observé en el espejo a la chica que se agarraba la muñeca. Tenía los ojos vidriosos y le caían gotas por las mejillas. La odié por su debilidad, por tener un corazón que destrozar. Que él pudiera hacerle daño, que alguien pudiera hacerle daño de esa manera, era imperdonable.
  • Luis Angulohas quoted2 years ago
    No me daba cuenta de la razón que tenía y de lo enfermizo que eso era. De que me había vaciado por dentro. Con toda mi obsesión por las consecuencias de aquella noche, no supe entender una verdad esencial: que el efecto era que no me afectara.
  • Luis Angulohas quoted2 years ago
    —¿No has pensado en marcharte? —me preguntó.
    —¿Para ir adónde?
    —A la escuela.
    Me animé.
    —En septiembre iré al instituto. A papá no le gustará, pero pienso ir.
    Creí que Tyler se alegraría; en cambio, hizo una mueca de desagrado.
    —Ya lo has dicho otras veces.
    —Voy a ir.
    —Quizá. Mientras vivas en casa de papá es difícil que vayas al instituto si él te lo prohíbe. Lo más seguro es que lo aplaces un año, y otro, hasta que ya no queden años. Si empiezas como alumna de segundo, ¿podrás graduarte?
    Los dos sabíamos que no podría.
    —Ha llegado la hora de irse, Tara. Cuanto más tiempo te quedes, menos probabilidades tendrás de marcharte.
  • Luis Angulohas quoted2 years ago
    Tyler se levantó para irse.
    —Hay un mundo ahí fuera, Tara. Y lo verás de un modo muy diferente en cuanto papá deje de susurrarte al oído su punto de vista sobre él.
  • Luis Angulohas quoted2 years ago
    La mujer se encaminó hacia la puerta, pero la puerta estaba bloqueada…, por lealtad, por obediencia. Por el padre. El hombre se alzaba inamovible. No obstante, la mujer era su hija y había absorbido toda la convicción del hombre, toda su solemnidad. Lo apartó a un lado y cruzó la puerta.
    Intenté imaginar qué futuro podría reclamar para sí la mujer. Traté de recrear otras escenas en las que discrepara de su padre; en las que desoyera sus consejos y se reservara la opinión. Sin embargo, mi padre me había enseñado que es imposible que existan dos opiniones razonables sobre un mismo asunto: está la Verdad y están las Mentiras. Mientras, arrodillada en la moqueta, escuchaba a mi padre y observaba a esa desconocida, me sentí suspendida entre ellos, atraída por ambos, repelida por los dos. Comprendí que ningún futuro podía albergarlos; que no habría destino que los tolerara a él y a ella juntos. Seguiría siendo una niña para siempre, a perpetuidad, o bien me alejaría de mi padre.
  • Luis Angulohas quoted2 years ago
    —He decidido no ir a la universidad.
    Levantó la vista y la clavó en la pared que se alzaba detrás de mí.
    —No digas eso —susurró—. No quiero oírtelo decir.
    No lo entendí. Había supuesto que se alegraría de que me sometiera a Dios.
    Me miró. Hacía años que no sentía la fuerza de su mirada y me dejó atónita.
    —Creía que de todos mis hijos tú serías la única que se iría de casa en un arrebato. Lo de Tyler fue una sorpresa; no me lo esperaba de él, sino de ti. No te quedes. Vete. No permitas que nada te detenga.
  • Luis Angulohas quoted2 years ago
    Recuerdo el sentimiento de respeto que experimenté al ver cómo se alejaba la camioneta por la carretera de tierra. Shawn era la única persona a la que había visto plantar cara a papá, la única cuya fuerza mental, cuyo tonelaje de convicción, podía obligarlo a ceder. Había visto cómo mi padre perdía los estribos con cada uno de mis hermanos y les gritaba. Y Shawn fue el único al que vi dejarle con la palabra en la boca.
  • Luis Angulohas quoted2 years ago
    Eres tan lista como él. Si tiene razón, te darás cuenta nada más llegar.
  • Luis Angulohas quoted2 years ago
    —Ya has tomado una decisión —dijo sin mirarme—. No hay necesidad de alargar esto.
  • Luis Angulohas quoted2 years ago
    No sé cuánto tiempo pasé leyendo sobre el tema, pero llegó un momento en que me pareció suficiente. Me recliné en la silla y fijé la vista en el techo. Supongo que quedé conmocionada, aunque no estoy segura de si por haberme enterado de algo horrible o por haber descubierto mi ignorancia.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)