Hay un dibujo, una pequeña viñeta, que hice a partir de una frase que me dijo un día alguien que me ama a pesar de mis trastornos, de mis complejos, o precisamente por ellos. Dijo: «Me hubiera gustado conocerte de niña y decirte que eras la niña más bella del mundo». En mi dibujo, él viaja al pasado, me encuentra, me sienta en sus rodillas y, como él es el hombre más bello que yo he visto nunca, me dice esa frase al oído y yo lo creo y nunca más se me olvida. Así, en esa historia alternativa de mi vida, yo creceré sin el trastorno y no me haré más preguntas.