de reojo veia al joven borracho que sujetado por el dueño del establecimiento luchaba por safarce asi y todo sigue lanzandome insultos hasta que llega a lo maximo hasta donde la gota derrama la agua del vaso, hasta donde un mexicano es capaz de aguantar, a donde uno se muere en la raya —eres puto y vas y chingas a tu madre— senti como la sangre se me agalopo en la cabeza, una fuerza interior se desato dentro de mi, una furia inaudita se posesiono de mi, un dolor lacerante me punzo y me hizo gritar mi dolor y mi valentia:
—chingas a veinte no tengo cambio y vamos a partirnos la madre para ver de que cuero sale mas correa —