. . . ]
a ti, como semejante a los dioses, te
5 celebra, y tu canto mucho complacía.
Y ahora brilla entre las mujeres lidias
como la luna de rosados dedos
8 después de ponerse el sol,
a todos los astros sobrepasando; y su luz
se extiende sobre el mar salado
11 como sobre los muy floridos campos;
y el rocío se derrama bellamente, y
brotan las rosas y el delicado
14 perejil y el trébol florecido;