Miguel Siso Fernandez

la forma más despiadada y desgarradora posible. El Eidolon de esa era hizo el juramento de que arreglaría todo el daño que ella había hecho, tanto a él como al mundo..., y que jamás se permitiría volver

as. Por la Diosa, ¿este espectro me está diciendo que el poder de Eidolon y el de Reven es el mismo que el de la propia Madre Diosa?

Tengo que respirar profundamente para encajar esta nueva información.

está ahora arrodillada en el suelo frente a mí, mira pestañeando cómo se marcha. Después, dirige lentamente la vista

y al cabo, este es el único portal de Tyndra. Como mínimo, tendría que haber un acólito o un guardia de alguna clase en el edificio.

¿Qué habrá pasado?

De pronto, el cristal cambia de sólido a opaco y, después, se vuelve transparente. Al otro lado está Tziah, cubierta de la cabeza a los pies, con una capucha bien calada para ocultar el azul de su piel.

Bene se encuentra sobre su hombro. Antes de que en

el Devorador.

−Ya sabía que los muros eran suyos. Los vi alzarse desde mi lugar en el mar... −Sacude sus plumas arenosas−. Nunca había oído un sonido tan funesto, pero no tuvo otra opción. Me dejó fuera junto al resto de los consortes. −Su voz se vuelve más dura y afilada en mi cabeza−. Devoradores... Es un término muy apropiado.

−Ya sabía que los muros eran suyos. Los vi alzarse desde mi lugar en el mar... −Sacude sus plumas arenosas−. Nunca había oído un sonido tan funesto, pero no tuvo otra opción. Me dejó fuera junto al resto de los consortes. −Su voz se vuelve más dura y afilada en mi cabeza−. Devoradores... Es un término muy apropiado.

ñal de preocupación−. Juro que he visto algo.

«Por favor, dime que tú también lo has visto», pienso.

De lo contrario, estoy viendo y oyendo cosas que no existen.

s de verano.

Los demás estallamos en resoplidos y risotadas que alivian un poco la tensión. El viento esparce la nieve por la terra

sado para enterrar a nuestros muertos. Los soldados de Tyndra y los bárbaros fueron

oy a punto de levantarme para seguirla cuando el libro que estoy sosteniendo tiembla entre mis manos y una fuerza invisible me golpea las palmas. Doy