Nellie Campobello

Lo fusilaron una tarde fría, de esas tardes en que los pobres recuerdan su desamparo. Le cayó muy bien la cobija de balas que lo durmió para siempre sobre su sarape gris de águilas verdes.

Campobello escribió la crónica de lo que casi nadie quería, ni ha querido, escribir: del periodo entre 1916 y 1920 en el estado de Chihuahua. Los pocos historiadores que han tocado este tema han coincidido en llamarla la época más sombría de la historia de esta región.

Cien años de soledad no hubiera sido posible sin Pedro Páramo y Pedro Páramo no hubiera sido posible sin Cartucho de Nellie Campobello.

como Pancho Villa, un hombre que “nació en 1910”, ya que “antes nunca existió”.3

Nadie ha hecho la genealogía de la narrativa de la Revolución mexicana:

sabía llorar al recuerdo de su mamá

bastante elegante, yo creo que miles de muchachas se enamoraban de él.

La mujer del muerto aprisionaba, llorando, los últimos centavos que el prisionero le dio; Felipa Madriles dijo “que se los iba a comer de pan con sus hijos”.

Las gentes conversan en los trenes, se dicen confidencias, parece como si estuvieran más cerca unos de otros

Los villistas eran un solo hombre. La voz de Villa sabía unir a los pueblos. Un solo grito era bastante para formar su caballería