caminamos
por un largo pasillo de cemento
frente a jaulas
con todo tipo de
perros
grandes y chicos
gordos y flacos
algunos escondidos
en un rincón
pero la mayoría
au-au-aullando y
brincando
contra la malla de la jaula
mientras pasábamos
como queriendo decir
¡A mí! ¡A mí! ¡Escógeme a mí!
¡Soy el mejor!