El auge del estilo fotográfico se relaciona con esta pauta; la gente quiere una copia del rostro de su primer hijo o del marido fallecido, la silueta de su perro o un mito cinematográfico, sin ambigüedades ni subterfugios metafóricos. Es la superstición de lo real, o, mejor, de lo hiperreal. También el lettering, es decir, la inscripción de palabras, versos o frases. Mi amiga Lola debutó a los quince años grabándose el nombre de su novia en la zona lumbar. «Tamaño grande», me ex