Guillermo Arriaga

  • Marcela Oseguerahas quotedlast year
    Mi cárcel

    Esta cárcel en la que estoy encerrado no es mi cárcel. Estas paredes, estos barrotes no son mi cárcel. Estos custodios ojetes, estas celdas atiborradas no son mi cárcel. Estos pases de lista, este uniforme no son mi cárcel. Estos patios oscuros, estos pasillos húmedos no son mi cárcel. Estas regaderas, esta bazofia de comida no son mi cárcel. Estos talleres de carpintería, estos excusados tapados de mierda no son mi cárcel. Este confinamiento solitario, estas madrizas con picana eléctrica no son mi cárcel. Mi cárcel está allá afuera, besando a otros, paseando con otros, cogiendo con otros. Mi cárcel come, respira, sueña sin mí.
  • Marcela Oseguerahas quotedlast year
    Me hice consciente de cada minuto de mi menstruación.

    Texturas, cambios hormonales y de humor, aromas, espasmos, cólicos.

    Recién casada le propuse a Claudio tener relaciones sexuales durante la regla. Deseaba sentir su pene dentro de mi vagina sangrante y poco propicia para el embarazo, notar su eyaculación, imaginar el nado de los espermatozoides entre coágulos y contra el torrente adverso de mi útero.
  • Marcela Oseguerahas quotedlast year
    Cada día sin ella lo alejó más y más de sí mismo, como si su cuerpo solo fuera el caparazón de un ser que ahí ya no habitaba.
  • Marcela Oseguerahas quotedlast year
    Nuestra identidad depende de los vínculos que creamos, sea con seres humanos o con mascotas. Somos con quienes nos relacionamos»,
  • Marcela Oseguerahas quotedlast year
    En el caudal rojo que emana de las entrañas femeninas flotan los cadáveres de aquellos que pudieron ser y ya no fueron. Emergen hebra por hebra durante cinco o seis días. Aunque tratan de asirse a quien pudo ser su madre, resbalan hacia el abismo de la nada. Con ellos van esperanzas y luz. Las mujeres cierran los ojos y adoloridas miran hacia adentro. Estupefactas, descubren en el fondo de sí mismas el pálpito de la vida. Sigue ahí, agazapada, esperando su momento. Es entonces que cada mujer comprende que el milagro de la existencia abreva de los ríos de su sangre»
  • Marcela Oseguerahas quotedlast year
    No le hacía falta el sexo, le hacían falta ellas. Todo de ellas: su voz, su sensibilidad, su visión del mundo, su mirada, sus manos, sus dedos, sus labios, su calma, su tormenta.
  • Marcela Oseguerahas quotedlast year
    En una morra un bato halla la calma, el arrebato, la pasión, el sosiego, la aventura, la estabilidad, la locura, la cordura, la vida y a veces halla el amor y con el amor el sentido y con el sentido el propósito y con el propósito el bato se topa de nuevo con la mujer y va de nuez el merrigoround y ellas no tienen ni la foking idea de cuánto pesan en la vida de ellos, ni cuán cabrón es el deseo de sumergirse en el mundo cálido y suave y dulce que es el cuerpo y el corazón de una morra. Por eso las rolitas de amor hablan de nadar, de bucear, de zambullirse, de empaparse. Las morras como peceras, como albercas, como mares, como ríos, como océanos y hasta como charcos.
  • Marcela Oseguerahas quotedlast year
    En una morra un bato halla la calma, el arrebato, la pasión, el sosiego, la aventura, la estabilidad, la locura, la cordura, la vida y a veces halla el amor y con el amor el sentido y con el sentido el propósito y con el propósito el bato se topa de nuevo con la mujer y va de nuez el merrigoround y ellas no tienen ni la foking idea de cuánto pesan en la vida de ellos, ni cuán cabrón es el deseo de sumergirse en el mundo cálido y suave y dulce que es el cuerpo y el corazón de una morra. Por eso las rolitas de amor hablan de nadar, de bucear, de zambullirse, de empaparse. Las morras como peceras, como albercas, como mares, como ríos, como océanos y hasta como charcos.
  • Marcela Oseguerahas quotedlast year
    Marina, si estás dispuesta a perder tu libertad o tu vida, si quieres entrar al fuego, ven. Aquí te espero, aquí abriré un espacio para ti, un espacio para nosotros, un espacio para lo posible, un espacio para lo imposible, un espacio para los espacios. Te mostraré el filo que te rebanará para que emerjas en tu forma más cruda
  • Marcela Oseguerahas quotedlast year
    ¿Por qué el que un pene entre en una vagina ocasiona tanto revuelo, tanto escándalo, tanto dolor, tanta soledad, tanta envidia, tanta alegría, tanto tsunami, tanta censura, tanta intensidad
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