Mar rojo
Mis sollozos ya no son húmedos,
son secos,
secos y muertos, como mis deseos,
deseos que son despojos.
Agoto mi existencia,
escucho un triste cantar.
Mi paciencia entrego,
no la quiero,
Muero... por morir ya.
Mi última ducha,
quiero viajar limpio.
Este ya no es mi sitio,
es un campo de batalla, una lucha,
un todo... sin un nada.
No hay nada que más se me asemeje
que el agua de la esponja estrangulada
que al final...
se pierde.
Lo mismo soy yo y lo sobrante,
ni para el agua soy importante.
Pasea por mi cuerpo,
cae y desaparece,