los nazis. Pero la estrategia de renombrar pasó a ser más radical. Artistas, filósofos de izquierdas, revolucionarios, mártires comunistas…, todos encontraron su sitio en el paisaje callejero de la Alemania Oriental. Después, también se ganarían nombres miembros de la Stasi (la policía secreta), los agentes y los guardias que murieron junto al muro de Berlín, construido en 1961.[