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Deirdre Mask

  • Yatzel Roldánhas quoted2 years ago
    Penn no había bautizado su colonia, pero podía nombrar las calles. Aunque parece que Holme quería darles el nombre de personas (él incluido), Penn rechazó la idea por indecorosa. Su alternativa encajaba mejor con los ideales cuáqueros.[262] Estos rechazaban utilizar los nombres de los meses del calendario gregoriano debido a su origen pagano; en lugar de «enero» o «febrero», decían «primer mes», «segundo mes» (con los meses de septiembre a diciembre
  • Yatzel Roldánhas quoted2 years ago
    que tomaban su nombre de los números latinos, no había problema). Lo mismo pasaba con los días de la semana: la escuela dominical era la «escuela del primer día». Siguiendo esta idea, Penn nombró las calles con números de norte a sur —segunda calle, tercera calle, cuarta calle— identificando las líneas rectas y racionales de la cuadrícula
  • Yatzel Roldánhas quoted2 years ago
    No obstante, Penn no había sido el inventor de la ciudad en cuadrícula. Peter Marcuse, profesor de Urbanismo, explica que los campamentos romanos solían seguir un esquema de cuadrícula cerrada, rodeados por murallas y fortificaciones (Marcuse no es fan de la cuadrícula; añade que la voz inglesa grid deriva de gridiron, un instrumento de tortura medieval parecido a una parrilla diseñado para sujetar a los mártires encima de las ascuas). Una ciudad antigua de Pakistán, Mohenjo Daro, también tiene forma de cuadrícula, como también la tenía Mileto, la ciudad de la antigua Grecia. Los españoles, afirma Marcuse, también utilizaron cuadrículas en sus colonias de América y los franceses en África, lo que les proporcionaba «un diseño uniforme que podía emplearse fácilmente tanto en
  • Yatzel Roldánhas quoted2 years ago
    el país colonizador como en la colonia, aunque estuviera alejada».[264] Pero en América del Norte fue Penn el que popularizó la cuadrícula como herramienta de urbanismo por motivos distintos y más pacíficos
  • Yatzel Roldánhas quoted2 years ago
    Ya que las cuadrículas hacen que orientarse sea más fácil, parecía que el territorio diera la bienvenida a los recién llegados que no paraban de acudir. La gente se sentiría más en casa en Nueva York, estaría más dispuesta a llamarse neoyorquina porque no tendría que detenerse en una esquina a mirar un mapa como haría un despreciable turista
  • Yatzel Roldánhas quoted2 years ago
    No hay murallas, ni castillos, ni catedrales que expongan la religión del Estado. Era lo opuesto al Viejo Mundo y un «diagrama del contrato social», concluyó Langewiesche, tras observar las ciudades desde las alturas. La cuadrícula es «un diseño para los hombres independientes»
  • Yatzel Roldánhas quoted2 years ago
    Ejercer de Robinson o incluso perderme en una ciudad extranjera me horroriza. Pero Barthes era semiótico, lo que significa que buscaba significado en todo (si alguien te ha acusado alguna vez de ver cosas donde no las hay, quizá también te dediques a la semiótica).
  • Yatzel Roldánhas quoted2 years ago
    En la actualidad, cuando han pasado más de cincuenta años desde la primera visita de Barthes a Japón, quizá no haya nada de Tokio que enfurezca tanto a los turistas occidentales como la ausencia de nombres en las calles (solo un porcentaje pequeño de las calles principales tienen nombre)
  • Yatzel Roldánhas quoted2 years ago
    En lugar de nombrarlas, Tokio numeró las manzanas. Las calles son simplemente el espacio entre estas.[287] Y los edificios de la ciudad no están numerados siguiendo un orden geográfico, depende de la época en la que fueron construidos.
  • Yatzel Roldánhas quoted2 years ago
    Pero los mapas pintados a mano eran una de las delicias con las que Barthes disfrutó a su paso por Japón. «Siempre es sabroso ver a alguien escribir, y con más motivo, dibujar», señalaba. «Todas las veces en que se me ha indicado de este modo una dirección, yo he retenido el gesto de mi interlocutor cuando giraba su lápiz para borrar suavemente, con la goma pegada en su extremo, la curva excesiva de una avenida, la juntura de un viaducto
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