Catalina Aguilar Mastretta

No me acuerdo en qué tiempo, pero en uno pasado, era el amor de mi vida, el viejo de mi vejez, el papá de los hijos que no tengo. Era el agua de mi propio aliento y la memoria que tiene mi piel

Pequeñas
grandes erosiones que terminan por desaparecer el pedazo de tierra en que
habían clavado su bandera y declarado su espacio.

Todas son preocupaciones complicadas, sin embargo, las imposibles son las más inmediatas:

Todas son preocupaciones complicadas, sin embargo, las imposibles son las más inmediatas:

“Bueno, por nada, a veces las cosas ya no funcionan, se acaban”,

Pero como dios, mi argumento está en los detalles.

Y sí, en algún rincón oscuro de sus cabezas saben que no pelean por el vaso, sino por las mil erosiones que los mil vasos y las mil discrepancias en la manera en que crecieron y vivieron antes de crecer y vivir juntos van acabando con las entrañas del otro.

Asuntos ideológicos serios que se me habían transmitido en la leche materna

Ya me cansé de andarme buscando. Por ahí ando. Ya apareceré.

La teoría es que el lunes no llega si uno simplemente no permite que el domingo se termine. La teoría se equivoca.