César Sánchez

  • Leida Castellanoshas quoted2 years ago
    La historia puede permitirse frustrar cincuenta o sesenta de sus años, los tiene por miles, para ella equivalen a un segundo; pero qué puede hacer esta infeliz mosca que es el ser humano, para quien aquel segundo de la historia supone toda su vida.
  • Leida Castellanoshas quoted2 years ago
    Como diría Gaustín, cuidado, la historia está más cerca de lo que aparenta en el retrovisor.
  • Leida Castellanoshas quoted2 years ago
    No solo estoy ausente, es que estoy dolorosamente ausente.
  • Leida Castellanoshas quoted2 years ago
    Qué ausente estoy. El mundo está saturado de mi ausencia. La vida está allá donde yo no estoy. Independientemente de donde estoy…
  • Leida Castellanoshas quoted2 years ago
    La persona no está hecha para vivir en la cárcel de un solo cuerpo y de un solo tiempo.
  • Leida Castellanoshas quoted2 years ago
    Si alguien te preguntara en ese momento qué es la felicidad, ­señalarías en silencio hacia ellos. Envejecer con tus amigos en una plaza así, charlando y bebiendo cerveza en el cuadrilátero formado por unos viejos edificios. Sentirte tranquilo en los silencios del grupo, seguidos por la ola de sus risas, no pedirle nada, ni más ni menos, al mundo, salvo que conserve esa cadencia de silencios y de risas. En las ­ineludibles noches de los veranos y la vejez inminentes.
  • Leida Castellanoshas quoted2 years ago
    El saber tranquilizador de que existen distintos rostros humanos, y el miedo apremiante a que el tuyo no forme parte de ellos. De que tal vez no exista.
  • Leida Castellanoshas quoted2 years ago
    La memoria te retiene, te atenaza en los rígidos contornos de una única persona a la que no puedes abandonar. El olvido llega para liberarte. Los rasgos pierden su agudeza y su carácter definitivo, la incertidumbre diluye la forma. Si no recuerdo exactamente quién soy, puedo ser cualquiera, incluso yo mismo, incluso yo mismo de niño.
  • Leida Castellanoshas quoted2 years ago
    Está escrito que justo antes de nacer bebimos de las aguas del Lete y solo así olvidamos nuestra vida anterior. Por qué, entonces, nos sentimos iluminados a las tres de la tarde o despertamos en la quietud de la noche, con la certeza de que todo esto ya lo hemos vivido y, además, sabemos lo que viene después. Han aparecido grietas inesperadas. Grietas a través de las que fluye la luz del pasado. Y, sin embargo, se suponía que lo habíamos olvidado todo.
    Ni las aguas del Lete son ya lo que eran.
  • Leida Castellanoshas quoted2 years ago
    Al final, la escritura también llega cuando uno ha comenzado a notar que la memoria no basta.
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