Por otra parte, también se asocian a la autoestima términos que tienen que ver con las emociones, de nuevo positivas o negativas, es decir, sentirse bien o satisfecho, o bien ansioso o deprimido (por facilitar algunos extremos de referencia).
En la vida diaria, la autoestima significa ser consciente de la habilidad para hacer frente a los desafíos de la vida y también, por qué no, de la capacidad para construir la propia felicidad. La autoestima es la manera de pensar, sentir y actuar que aceptas, respetas y en la que crees hasta el final. Cuando te aceptes, podrás vivir en armonía con tus esfuerzos, con el sufrimiento y también con la autocrítica o las críticas que otros te dirijan. Cuando te respetes reconocerás tu dignidad y tu valor como persona única. Y entonces te tratarás