Puede que tú no vayas para modelo. Pero cuando te da por sacar la sonrisa, ni todas las Lolas Moreno del mundo te llegan a la suela de los zapatos.
Y ahí está.
Antonia sonríe.
Su sonrisa de diez mil vatios, marca registrada.
Jon se da cuenta de que es la primera vez en meses que la ve sonreír, y eso le derrite el corazón. Ahora mismo tiene un coulant de chocolate en el centro del pecho.
Ay, bonita. Lo difícil que eres, y lo mucho que te haces querer.