—Fantasma —dijo Vin—, sabes que Elend rompió su relación conmigo.
Fantasma asintió, estirando levemente el cuello.
—Sin embargo —lamentó Vin—, todavía lo amo. Lo siento, Fantasma. Pero es la verdad.
Él agachó la cabeza, entristecido.
—No eres tú —dijo Vin—. De verdad que no. Es que… bueno, no se puede evitar amar a alguien. Créeme, hay personas a las que preferiría no haber amado. No se lo merecían.
Fantasma asintió.
—Comprendo.
—¿Puedo quedarme el pañuelo?
Él se encogió de hombros.
—Gracias —dijo ella—. Significa mucho para mí.