Meditación madre

La madre le acaricia el pelo, le besa la frente y yo pienso que ahí está, ahí está su amor sin reservas. Ojalá que se acuerde.

En uno de sus libros, Laurie Anderson escribe sobre la Meditación madre, un ejercicio budista que consiste en encontrar un momento en el que tu madre realmente te amó sin reservas y enfocarse en ese momento para aplicarlo a toda la gente, para darle tu propio amor sin reservas al mundo como si fueras su madre.

Todavía te quedan muchos años de este cuerpo joven para hacer todas las caminatas que quieras, un cuerpo capaz de cosas grandiosas, de ciencia ficción, como contener un pedazo de futuro adentro.

Nunca supiste cómo dejar de pensar en lo que viene justo después del salto. Eso no estaba en las instrucciones.

Contener un pedazo de futuro en mi cuerpo

Se me ocurre que tal vez lo que se me contagió no sea un virus sino la tristeza de mamá.

En Pinamar un edificio se cayó porque los constructores se robaron la plata para la arena de construcción y usaron arena de la costa. Esa arena estaba llena de sal que, con el tiempo, se metió en las estructuras del edificio que se agrietó hasta caerse como un mazo de cartas.

Conozco un remedio para todos los males: agua salada
en cualquiera de sus formas. Sudor, lágrimas o agua de mar.

Karen Blixen

la nena abre un poco los ojos y se queja, no parece querer despertar. La madre le acaricia el pelo, le besa la frente y yo pienso que ahí está, ahí está su amor sin reservas. Ojalá que se acuerde.

En la cola para bajar, veo a una nena que desploma todo su peso sobre su madre, que también carga con dos bolsos. La nena está dormida y la madre hace malabares para sostenerle la cabeza, que le cuelga, mientras bajan las escaleras para salir.