Yo odio a la gente que no deja sufrir en paz y va soltando recomendaciones «sensatas», pero ahí estaba, actuando los diálogos infernalmente tibios de Forrest Gump otra vez.
Además, por la nula reacción del señor, bien podría haber gastado mi saliva en algo igual de gratuito, pero más interesante como: «Héctor, príncipe troyano de la Ilíada, dijo a su esposa: “El destino ya está escrito. Si voy a morir en la guerra, prefiero ser valiente a cobarde”»