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Paulina Flores

La próxima vez que te vea, te mato

  • Rafael Ramoshas quoted4 months ago
    –«Los pobres son pobres porque quieren», decimos en Chile –comenté una de las últimas noches de búsqueda.
    –Igual en Perú.
    –Es que acabo de darme cuenta de que es cierto. Los únicos que de verdad saben querer son los pobres. Son pobres porque quieren.
  • thobermory13265has quoted2 days ago
    el cosquilleo se parece a la electricidad y a mí siempre me han gustado los rayos de las tormentas
  • thobermory13265has quoted2 days ago
    Si algo aprendí en el último año, es que lo mejor que puedo hacer es desconfiar de mí misma
  • Daniela Valadezhas quoted4 days ago
    –Ya, a mí también me da miedo ser normal...
  • Lihas quoted5 days ago
    Yo odio a la gente que no deja sufrir en paz y va soltando recomendaciones «sensatas», pero ahí estaba, actuando los diálogos infernalmente tibios de Forrest Gump otra vez.
    Además, por la nula reacción del señor, bien podría haber gastado mi saliva en algo igual de gratuito, pero más interesante como: «Héctor, príncipe troyano de la Ilíada, dijo a su esposa: “El destino ya está escrito. Si voy a morir en la guerra, prefiero ser valiente a cobarde”»
  • Lihas quoted5 days ago
    vale la pena vivir si alguien te ama, quise decir para apoyar sus palabras. Pero me contuve porque probablemente el señor no estaba familiarizado con la letra de Lana del Rey.
  • Lihas quoted5 days ago
    Sentí como si no tuviera el derecho o como si necesitara una visa especial para consolar a los autóctonos.
  • Lihas quoted5 days ago
    Vas a tener que ser fuerte, Jaimito –planeaba decir con tono solemne
  • juliasegura97has quoted7 days ago
    astó que él hiciera una vaga alusión al libro para compartirle, no contarle, sino obligarlo a escuchar un audio en el que mi madre, con la voz indiscutiblemente quebrada por la emoción, decía: «Yo que soy tan corriente... Me llena de orgullo tener una artista en la familia».
  • juliasegura97has quoted7 days ago
    Además, en la billetera de don Antonio había cincuenta euros para gastar en chocolates finos. Tuve que robarle. Lo hice por obligación. No fuera a confundirse y pensar que en este mundo todavía hay gente que merece la pena.
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