Encuentro con la sombra

No podemos seguir creyendo ingenuamente que la virtud se alcanza renunciando al vicio; es imposible definir nuestro ascenso ético en términos de lo que hemos abandonado. Este tipo de bondad no es más que mera arrogancia.

En mi opinión, sin embargo, los logros alcanzados por el individualismo que surgió en el Renacimiento deben armonizarse con el desarrollo de una nueva solidaridad, un compromiso deliberadamente asumido de corresponsabilidad con el resto de los seres humanos.

cuidar de la sombra, en ocasiones, no significa más que asumirla.

emprender un largo viaje existencial cargando una mochila llena de piedras sin nadie a quien recurrir ni una meta segura que alcanzar.

la curación de la sombra es también una cuestión de amor. ¿En qué medida aceptamos nuestros aspectos más abyectos, desagradables y perversos? ¿Cuánta caridad y compasión mostramos ante nuestra propia debilidad y enfermedad?

A lo largo del proceso de individuación va desapareciendo gradualmente el impulso del ego hacia la perfección.

también debemos tener en cuenta que nuestra sombra personal está estrechamente ligada a la sombra colectiva de la cultura en que nos hallamos inmersos.

el diálogo sincero y la interpretación de los sueños que tiene lugar en el encuentro terapeútico nos ofrece la oportunidad de desarticular nuestra falsa personalidad y llegar a aceptar nuestra verdadera naturaleza.

Lo que denominamos trabajo con la sombra es el proceso voluntario y consciente de asumir lo que hasta ese momento habíamos decidido ignorar o reprimir.

Las mejores épocas de nuestras vidas son aquellas en las que acopiamos el suficiente valor como para rebautizar a nuestra maldad como lo mejor que hay en nosotros.

FRIEDRICH NIETZSCHE