preparados. Se pensaba que aquel macizo montañoso, que surgía entre los Apeninos y los Alpes Apua
Lorelis Ramoshas quotedyesterday
río Borro, sus grietas y sus rocas deleznables, el Quarzerone merecía tanto respeto como cualquier montaña de las Dolomitas. Además, si en los Alpes había senderos bien señalizados y mantenidos, los
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Gornara, el subinspector de la guardia forestal, que los llevaba con su todoterreno verde al lugar de acampada. Gheppio se empeñaba en recibir a los visitantes porque quería asegurarse de que fueran bien equipados e instruirlos en los peligros del monte. La
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emilianos, aunque, cuando se les decía a los lunigianeses, estos se encogían de hombros y replicaban: «Hablamos como hablamos». Unas veces solo eran chicos,