Todo, todo en la vida humana y en la vida de la vida, tiene su flujo y reflujo, en ese movimiento arraiga cada latido; a ese ritmo se lo llama tiempo. Tampoco el pasado permanece inamovible, también él va y viene, es memoria y olvido… es lo que elegimos de él. Con él nos hacemos y cambiamos, nos creamos, nos recuperamos y proyectamos: nos contamos.