Otra vez le escribió La vida es oscura, oscura y sin un final claro. Y que sus novelas eran la puerta de escape a la resignación. La realidad es contundente, pero eso no debería hacernos claudicar. Más tarde Julia leyó esa misma frase en su Facebook, la foto de un horizonte sobre el mar y sobre las olas flotando las letras en color rosa. Se dio cuenta de que la había copiado de una canción, de una remera, o de una publicidad.