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Thomas Cathcart

Platón y un ornitorrinco entran en un bar

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  • Ismael Flores Vargashas quoted4 days ago
    Según la teoría capitalista, la «disciplina del mercado» regula la economía. Un buen control de existencias, por ejemplo, puede suponer la ventaja competitiva de un negocio.
  • Ismael Flores Vargashas quoted4 days ago
    FILOSOFÍAS ECONÓMICAS

    En la primera frase del libro clásico de Robert Heilbroner sobre los economistas teóricos, The Wordly Philosophers, el autor admite que «éste es un libro sobre unos cuantos hombres con una curiosa reivindicación de la fama». Sí, incluso la economía tiene sus propios filósofos.

    El filósofo y economista escocés Adam Smith escribió su obra ovular (¿o hay que decir seminal?) Tratado sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones el mismo año que se declaró la independencia de los Estados Unidos de América. La obra estableció el anteproyecto del capitalismo de libre mercado.

    Una de las facultades del capitalismo, según Smith, es que promueve la creatividad económica. Parece que el interés propio, igual que la perspectiva de que le cuelguen a uno, ayuda a concentrarse.
  • Ismael Flores Vargashas quoted5 days ago
    Las consecuencias sociales y políticas del feminismo son legión: derecho al voto, leyes de protección para las víctimas de violaciones, mejor trato y compensación en el lugar de trabajo. Recientemente, otro avance del feminismo se ha convertido en retroceso para los hombres. Ha catalizado en una nueva categoría: los chistes políticamente incorrectos.

    El hecho de catalogar un chiste que se ríe del feminismo como políticamente incorrecto le añade una nueva dimensión a la broma: «Ya sé que este chiste va en contra de la filosofía liberal aceptada pero, venga ya, ¿es que ya no podemos reírnos de nada?». Al contextualizar el chiste de este modo, el humorista reivindica su irreverencia, una calidad que puede hacer que las bromas sean aún más chistosas. O socialmente más peligrosas para el humorista
  • Ismael Flores Vargashas quoted5 days ago
    ¿Son realmente los roles de género tradicionales un mero constructo social, inventado por los hombres para seguir subordinando a las mujeres? ¿O son roles determinados por la biología? Es un enigma que sigue dividiendo tanto a filósofos como a psicólogos. Algunos pensadores de peso se inclinaron claramente por el determinante biológico de la diferencia. Por ejemplo, cuando Freud declaró que «La anatomía es el destino», estaba utilizando un argumento teleológico para sacar a colación que la manera en que está formado el cuerpo de una mujer determina su rol en la sociedad. Lo que no está claro es a qué atributos anatómicos se refería cuando concluyó que planchar era cosa de mujeres. Otro determinista biológico es David Barry, quien señaló que, si una mujer tiene que optar entre coger la pelota de béisbol o salvar la vida de un niño, escogería salvarle la vida al niño, sin comprobar siquiera si había un hombre en la base.

    También se plantea la cuestión de si los hombres están, a su vez, determinados biológicamente. Por ejemplo, ¿es por su anatomía por lo que los hombres están predispuestos a utilizar criterios primitivos a la hora de elegir esposa?
  • Ismael Flores Vargashas quoted5 days ago
    El despertar de la filosofía feminista se remonta al siglo XVIII y a la obra seminal (¿o habría que decir ovular?) de Mary Wollstonecraft Vindicación de los derechos de la mujer. En este tratado, acusa nada menos que a Jean-Jacques Rousseau por haber propuesto un sistema educativo inferior para las mujeres.

    El feminismo emprendió una reinterpretación del existencialismo del siglo XX con la publicación de El segundo sexo de la filósofa (y amante de Jean-Paul Sartre) Simone de Beauvoir. En su obra, la escritora francesa afirmó que no existía lo que se da en llamar feminidad esencial, y que ese concepto no era sino una camisa de fuerza que los hombres habían impuesto a las mujeres. Por el contrario, las mujeres eran libres de crear su propia versión de aquello en lo que consiste ser mujer.

    Pero ¿hasta qué punto es elástica la idea de feminidad? ¿Acaso el aparato reproductor con el que nacemos no tiene nada que ver con la identidad de género? Algunas feministas posdebeauvoirianas así lo afirman. Sostienen que nacemos todos con una sexualidad en blanco; que obtenemos posteriormente nuestra identidad de género a partir de nuestros padres y la sociedad que nos rodea. En nuestros días, el aprendizaje de los roles de género se ha complicado como nunca antes.
  • Ismael Flores Vargashas quoted5 days ago
    Algunos historiadores creen que Maquiavelo se mofaba de nosotros porque, en el fondo, defendía una especie de maquiavelismo opuesto: con una apariencia de maldad pero que, en realidad, suscribía las virtudes antiguas. A fin de cuentas, a ver si resulta que Maquiavelo estaba haciendo una sátira del despotismo. ¿Hay que recordar su ensayo: El príncipe: ciencia política o sátira política? El historiador Garrett Mattingly, ganador del premio Pulitzer, sostiene que se ha acusado falsamente a Maquiavelo: «La idea de que ese librito [El príncipe] pretendía ser un tratado serio y científico sobre el gobierno contradice todo cuanto sabemos sobre la vida de Maquiavelo, sobre sus escritos y sobre la historia de su tiempo».

    En otras palabras, Mattingly piensa que Maquiavelo era una oveja con piel de lobo.
  • Ismael Flores Vargashas quoted5 days ago
    No constituye ninguna sorpresa que Maquiavelo fuera defensor de la pena de muerte, puesto que para el príncipe siempre será mejor que le consideren severo a que le consideren magnánimo. En otras palabras, era de la misma opinión que el cínico que decía: «La pena capital significa que nunca tendrás que decir: “¿Otra vez tú?”».

    Por más honestos que parezcamos a simple vista —o incluso en nuestras mentes—, Maquiavelo creía que todos tenemos un corazón maquiavélico.
  • Ismael Flores Vargashas quoted5 days ago
    LA LEY DEL MÁS FUERTE

    A Maquiavelo, autor de El príncipe en el siglo XVI, se le conoce como el padre del moderno arte de gobernar porque aconsejó a los príncipes renacentistas que ignoraran los estándares aceptados de lo que era la virtud e «incurrieran en el mal cuando fuera necesario». No reconocía ninguna autoridad más elevada que el Estado, así que los consejos que les daba a los príncipes eran… en fin, maquiavélicos. Admitió sin empacho que consideraba una virtud todo aquello que permitiera que el príncipe sobreviviera políticamente. Aunque para el príncipe es mejor que le teman a que le amen, debe evitar que le odien, pues eso puede poner en peligro su poder. Lo mejor de todo es perseguir despiadadamente el poder aparentando ser honrado.
  • Ismael Flores Vargashas quoted5 days ago
    Al describir lo que sería la vida humana sin ninguna forma de gobierno, Hobbes calificó el estado natural del hombre con una serie de adjetivos que se hicieron famosos: «solitario, desposeído, vil, brutal y breve». No nos consta que Hobbes fuera un cómico, pero esas listas que tienen un clinker[5] al final siempre resultan divertidas, como la de la anciana que se quejaba de que la comida de su residencia era «fría, repulsiva, requemada, asquerosa y de porciones demasiado escasas».

    Otro aspecto de la naturaleza humana que Hobbes no anticipó fue lo pintoresco de la vida en el estado natural, especialmente esos días en que algunos intentamos ponernos en contacto con la mujer o el hombre salvaje que todos llevamos dentro.
  • Ismael Flores Vargashas quoted5 days ago
    EL ESTADO NATURAL

    Los pensadores que, a lo largo del siglo XVII y XVIII, se dedicaron a la filosofía política —como Thomas Hobbes, John Locke o Jean-Jacques Rousseau— explicaron el impulso de constituir un gobierno a partir de la inseguridad en la que vivía el hombre en el caótico y violento estado natural. No se referían sólo a los peligros que suponían las fieras en la naturaleza; también pensaban en la ausencia de leyes, el riesgo de conducir en los dos sentidos, los vecinos ruidosos, el adulterio y todas esas cosas. Esos inconvenientes llevaron a hombres y mujeres a organizarse en Estados soberanos. Se aceptaron los límites de las libertades individuales en tanto que intercambio justo en bien del Estado.
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