bookmate game
es
Books
Jorge Volpi

Enrabiados

  • Reina Azúcarhas quoted6 days ago
    ¿Sabes por qué avive tan enojado? Siente que alguien le arrebató algo desde que nació. O incluso antes. Como si le hubieran quitado algo que siempre fue suyo.
  • Reina Azúcarhas quoted6 days ago
    Para colmo, cree que tiene la razón. El mundo enterito está mal
  • Reina Azúcarhas quoted6 days ago
    Por eso no dura en ningún lado. Por eso no tiene novia ni nada de nada. Basta que le digas algo que no le guste, que critiques alguna de sus inversiones, que suelen ser desastrosas, y no hay manera.
  • Reina Azúcarhas quoted6 days ago
    quezque no está dispuesto a que lo exploten
    los que trabajamos somos cerdos capitalistas
    tan fácil que es ser revolucionario con una madre que te financia
    si no ya habría tenido que buscarse la vida
  • Reina Azúcarhas quoted7 days ago
    incapaz de comprender cómo un padre preferiría a un perfecto inútil que jamás lograría hacerse cargo de sí mismo y decepcionarse en cambio con su primogénito, quien solo obtenía menciones honoríficas,
  • Rafael Ramoshas quotedlast year
    En Enrabiados, Santiago copió textualmente esta carta, sustituyendo el verbo «decir» por «cantar» y a Rulfo, Arreola y Urroz por Maria Callas, Giuseppe di Stefano y Rolando Villazón. ¡Santiago lo había logrado! ¡Tantos años de leer y escribir relatos policiacos al fin le servían para algo!
  • Rafael Ramoshas quotedlast year
    A quien corresponda:

    Cuando encuentren esta nota será demasiado tarde, me encontraré ya en el mudo territorio del vacío. Yo mismo me suministré el veneno. ¿Por qué? Me he dado cuenta de que prefiero el silencio. Mas no piensen en la callada vejez de Rulfo, Arreola o Urroz: ellos se dieron cuenta, de pronto, de que ya nada tenían que decir. Yo, en cambio, he descubierto que nunca lo he tenido. Como dije en una entrevista, solo escribo porque no sé hacer nada mejor. Pero la verdad es que lo hago muy mal. No se culpe a nadie de mi muerte.

    J. P. Dietrich
  • Rafael Ramoshas quotedlast year
    –Como el mayordomo, el crítico siempre tiene la culpa –musitó Susi.

    Era la menos indicada para decirlo: mientras la mayor parte de los miembros de su generación debió soportar estoicamente los insultos y diatribas de Tostado, ella recibía incontables halagos y mimos de su parte. Y lo extraño es que estos no se debían ni a sus dotes como narradora (más bien nulos) ni a su disposición o falta de ella a conceder favores sexuales: su éxito era uno de esos pequeños misterios que anidan en toda comunidad literaria.
  • Rafael Ramoshas quotedlast year
    Marginados de las francachelas colectivas, pronto se dieron cuenta de que su destino era convertirse en intelectuales. Aquel designio les venía como anillo al dedo: lo único que debían hacer era memorizar apellidos rusos –escritores, directores de cine y amantes de poetas– y tener la capacidad de discernir entre lo fenomenal y lo pútrido. En aquellos años, lo in eran los muralistas, Nicaragua, Fidel y, por encima de todo, ese dios rollizo y tropical que había inventado Macondo; lo out, los gringos, el PRI y, en especial, ese demonio rollizo y altanero llamado Octavio Paz (en los años subsecuentes, los elementos se intercambiarían con pasmosa rapidez).
  • Rafael Ramoshas quotedlast year
    Casi con miedo, posó sus manos en la cubierta –era más liviana de lo que imaginó– y sus ojos, al igual que los de Amadeo, quien permanecía a unos pasos de distancia, se encendieron con un fulgor inusitado, semejante al que padeció la primera vez que hizo sonar un instrumento y supo que gracias a él sería capaz de crear belleza y dolor.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)