Aún hoy, después de tanto tiempo, recordar todo esto me hace daño. Son muchos los recuerdos que ahora me hacen daño, pero... ¿por qué no poner aquí punto final a estas «memorias»? Creo que fue un error empezarlas. Yo, al menos, no he dejado de sentir vergüenza mientras he escrito este relato: por consiguiente, no se trata ya de literatura, sino de un correctivo.