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Robin Wall Kimmerer

Reserva de Musgo

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  • Ana Saenzhas quoted12 days ago
    El mismo ciclo de perturbación y regeneración del bosque, la misma historia de resiliencia, se representa a una escala minúscula: el relato en el que se entrelazan los destinos de musgos, hongos y las pisadas de las ardillas.
  • Ana Saenzhas quoted12 days ago
    Buena parte del aprendizaje sucede a través de la observación paciente, de la comprensión de los ritmos constantes y del sentido que hay tras ellos, mediante la experiencia. Se entiende que hay múltiples versiones de la verdad, y que todas ellas pueden ser ciertas para aquel que las cuenta. Cada fuente de conocimiento posee su propia perspectiva, y es importante comprenderla. En cambio, el método científico que me enseñaron en la escuela se basa en la formulación de preguntas directas, en la exigencia de saber, sin reparo alguno, en vez de aguardar a que este se nos revele. Con el Tetraphis descubrí que había que aprender de manera diferente. Dejar a los musgos contar su historia, en lugar de sacársela a la fuerza.
  • Ana Saenzhas quoted13 days ago
    Tras trescientos cincuenta años de experimentos y debates, la teoría aceptada es que la vida no cesa en los organismos anabióticos, sino que prosigue a un ritmo apenas perceptible. Hacen falta tecnologías muy sofisticadas para registrar el nivel infinitesimal de metabolismo que permite suspender la vida indefinidamente. El proceso que permite que estas criaturas merodeen en la frontera entre la vida y la muerte sigue siendo un profundo misterio que los musgos no dejan de llevar a cabo bajo nuestros pies.
  • Ana Saenzhas quoted13 days ago
    Los musgos fueron las primeras plantas que colonizaron la tierra, allanando el camino al resto de criaturas.
  • Ana Saenzhas quoted13 days ago
    Retener el agua para que no se la lleve el sol y recibirla cuando regresa es una actividad comunitaria. Ningún musgo puede hacerlo solo. Vástagos y ramas tienen que juntarse, entrelazarse, preparar un lugar para el agua.
  • Ana Saenzhas quoted14 days ago
    Al escuchar, siento cierta envidia por su apertura a un mundo en el que los cambios son solo el atractivo de las posibilidades que podemos imaginar, y no la fuerza detrás de pérdidas inminentes. Sé también que todas las barreras que yo pueda construir para mantenerme a salvo de tales pérdidas no harán más que aislarme, desconectarme del mundo.
  • Ana Saenzhas quoted14 days ago
    Linden baja del avión, feliz de volver a casa. Trae una sonrisa adolescente, espléndida, pero sus ojos de mujer escrutan mi cara en busca de signos de preocupación. Le sonrío, a mi vez, para tranquilizarla, y la abrazo con fuerza. Al caminar a su lado, me doy cuenta en seguida de que ella no ha pasado sus días a la espera; de que se ha dedicado a crecer, a devenir. Ahora sé que nada en el mundo me haría cambiar a esta hermosa joven, radiante, que me coge del brazo, por el bebé que un día durmió entre los míos.
  • Ana Saenzhas quoted14 days ago
    Erizados, achicharrándose en el roble bajo el sol de verano, ¿cuál es el arte de la espera que practican los musgos? Se retraen sobre sí mismos, rizándose, como inmersos en un sueño despierto. Sospecho que, si sueñan, lo hacen con la lluvia.
  • Ana Saenzhas quoted14 days ago
    La clonación elimina la necesidad de unir óvulo y espermatozoide y de perder tiempo y energía en producir esporofitos. Todas estas formas de salir al mundo, sexuales y asexuales, constituyen un baile complejo de genes y entornos, variaciones evolutivas sobre el tema de la continuidad, de la perpetuación.
  • Ana Saenzhas quoted14 days ago
    Mucho antes del advenimiento de la biotecnología, los musgos ya podían fabricar clones, llenando el entorno de copias genéticamente idénticas de sí mismos. De hecho, la mayoría de las especies de musgo pueden regenerarse por completo a partir de un fragmento pequeño. Una única hoja, rota por accidente, que cayera sobre un suelo húmedo, podría producir una nueva planta. Yemas, bulbillos, cuerpos multiplicativos, ramitas: los musgos generan todo un menú de propágulos asexuales especializados, que no son más que apéndices desprendibles en diversas partes de la planta.
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