De qué hablo cuando hablo de escribir

Ernest Hemingway es, sin duda, uno de los autores más influyentes del siglo XX y podría afirmarse casi con el consenso de todos que sus mejores obras fueron las primeras.

Planteado de otro modo

Me parece (según mi experiencia) que cuando uno empieza a escribir y no tiene claro sobre qué hacerlo, cuesta mucho arrancar el motor, pero en cuanto el vehículo avanza las cosas resultan mucho más fáciles

Nadie puede afirmar que dado que solo existen ochenta y ocho teclas en un piano, ya no se puede hacer nada nuevo con ese instrumento. En el jazz, el final es el momento de la improvisación libre, lo cual constituye su principio fundamental.

Hay acordes infinitos como los de Bud Powell, Thelonious Monk, Bill Evans o Herbie Hancock.

Para avanzar en ese empeño, lo que más me ayudó fue la música. Construía frases como si tocara música. En especial me sirvió el jazz.

Cuando me disponía a escribir mi primera novela, sentí vivamente que el tema sobre el que debía escribir era: «No tengo nada que escribir». La carencia debía transformarse en motivación y sobre esa base avanzar poco a poco en la escritura.

ser yo quien las escribiera.

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a por ser yo quien las escribiera.

Me da la impresión de que

Si solo disponemos de materiales sencillos, cotidianos, de palabras no demasiado complicadas, pero todo ello encierra ese halo mágico, podemos llegar a construir con nuestras propias manos máquinas complejas y sorprendentes.