Cuaderno esclavo

Bolero, punk, house, metal, axé, kwaito, reggaetón, son solo palabras, palabras llenas de amor por la vida y el más auténtico sentido de lo humano.

El origen del lenguaje está en la canción y los orígenes de la canción en la necesidad de llenar el inmenso vacío de la experiencia humana.

Connolly declara: We love only once, for once only are we perfectly equipped for loving: we may appear to ourselves to be as much in love at other times–so does a day in early September, though it is six hours shorter, seem as hot as one in June. And on how that first great love-affair shapes itself depends the pattern of our lives.14 En el margen de la página Evelyn Waugh escribió: Nonsense. ¡Tonterías!

Imagino un libro o una novela donde se cita un centenar de obras, atribuidas o no, una novela donde se discuten las cualidades de tal o cual autor, reales e imaginarios.

la diferencia más notoria entre los poetas de occidente y oriente está en que los poetas occidentales se recomiendan a sí mismos como amantes y los poetas orientales se recomiendan a sí mismos como amigos.

siempre he buscado poemas en las novelas y novelas en los poemas, operación lectora que funciona muy bien con los sonetos de Shakespeare, una serie de poemas que para mí siempre ha sido una novela, un romance homosexual en 154 sonetos, es decir, en dos mil 156 versos.

Una novela en sonetos, algo que debiera hacernos perfecto sentido si prestáramos atención a la historia de la literatura, que es la historia de las excepciones y no la historia de ciertos parámetros formales.

Si cada persona es un libro y todo libro un género en sí mismo, la experiencia literaria más intensa sería la reflexión sobre la vida propia y de los demás. Salir, exponerse y vincularse con otros, esa sería la experiencia de escritura más radical, intransferible como el recuerdo de una lectura

cada persona es su propio género y todo lo demás es solo un intento de normar las manifestaciones del deseo.

Nunca me he puesto en la situación de pensar a qué género literario pertenecen las Meditaciones de Marco Aurelio, Noches insomnes de Elizabeth Hardwick, El libro del desasosiego de Fernando Pessoa o La tumba sin sosiego de Cyril Connolly. Para mí siempre han sido las Meditaciones, Noches insomnes, El libro del desasosiego y La tumba sin sosiego. Digámoslo de una vez, un libro es un género en sí mismo y cada libro debiera apuntar a crear su propio género.