La búsqueda de la verdad ha sido desde hace mucho tiempo el núcleo de la investigación filosófica. A lo largo de los siglos y las civilizaciones, pensadores han propuesto innumerables teorías, construido sistemas elaborados y defendido fervientemente la validez de sus conclusiones. En medio de esta cacofonía de certezas, el pirronismo emerge como una voz de silenciosa moderación, recordándonos que quizás la sabiduría más auténtica no resida en afirmar lo que sabemos, sino en comprender los límites del conocimiento mismo.
Este libro está dedicado a explorar el pirronismo, una escuela de pensamiento fundada en la antigua Grecia por Pirrón de Élide (c. 360–270 a. C.), cuyas enseñanzas a menudo se han visto eclipsadas por tradiciones filosóficas más asertivas. La idea fundamental de Pirrón fue sorprendentemente simple, pero profundamente radical: ante las afirmaciones contradictorias y la falta de fiabilidad de nuestros sentidos y razonamiento, la postura más racional es la de la epojé, la suspensión del juicio. A diferencia de los escépticos dogmáticos que niegan la posibilidad del conocimiento, los pirronistas se abstienen tanto de la afirmación como de la negación, cultivando un estado de tranquilidad mental (ataraxia) mediante el desapego filosófico.
En una época en la que las opiniones se endurecen rápidamente y la humildad intelectual suele escasear, el pirronismo ofrece un antídoto convincente. Desafía nuestras suposiciones más profundas, no reemplazándolas con nuevas doctrinas, sino invitándonos a vivir en un espacio de indagación abierta, donde las preguntas se valoran más que las respuestas y la incertidumbre se acepta en lugar de temerse. Este enfoque no es una renuncia a la razón, sino un método de indagación disciplinado y riguroso que resiste la tentación de las conclusiones prematuras.
El espíritu del pirronismo encontró su expresión más sistemática en las obras de Sexto Empírico, médico y filósofo del siglo II d. C. Sus Bosquejos del pirronismo siguen siendo el relato más completo del método y los objetivos de la escuela. A lo largo de este libro, nos adentraremos en Sexto y otras figuras de la tradición pirrónica, examinando sus argumentos, rastreando su influencia a lo largo del tiempo y explorando cómo sus ideas podrían aplicarse a la vida y el pensamiento contemporáneos.
Sin embargo, este libro no es simplemente un estudio académico del escepticismo antiguo. Es también una invitación a adoptar una nueva postura filosófica: una que resista el dogmatismo, se mantenga abierta a múltiples perspectivas y busque la paz no mediante la conquista de lo desconocido, sino mediante la serenidad en medio de ello. En este sentido, el pirronismo no es simplemente una curiosidad histórica, sino una filosofía viva, capaz de guiarnos a través de las incertidumbres del presente.