Invisible

Es su padre el que, como casi siempre, se despide con prisas, con un hasta luego que no llega a nadie. Ni siquiera se da cuenta de que ha estado más tiempo buscando las llaves del coche que hablando con su hijo

Quizá son preguntas demasiado grandes para alguien tan pequeño

Es entonces cuando se da cuenta de que para ser un monstruo no es necesario hacer algo especial, a veces basta con no hacer absolutamente nada

Pero ¿y esas marcas en la espalda? No tienen sentido, no coinciden con el accidente, son demasiadas y, lo más importante, no son recientes.

Mientras espera, observa las obras de arte que cubren las paredes, unos dibujos que rara vez se expondrán en los museos

para los que hemos hecho del MIENTRAS NO ME TOQUE A MÍ, ESO NO ES PROBLEMA MÍO nuestra filosofía de vida

para los que hemos hecho del MIENTRAS NO ME TOQUE A MÍ, ESO NO ES PROBLEMA MÍO nuestra filosofía de vida

porque incluso los villanos necesitan de vez en cuando un abrazo

porque incluso los villanos necesitan de vez en cuando un abrazo

Al final parece que va a ser cierto lo que dice mi padre, que hay veces que la violencia solo puede pararse con violencia, que los seres humanos somos así