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Martín Caparrós

Los Living

  • Diego Camposhas quoted5 years ago
    Nos quieren convencer de que formamos parte de grandes conjuntos –una comunidad, una ciudad, un gremio, un país, la humanidad– y después resulta que cuando uno hace algo tan decisivo como nacer le importa a siete u ocho
  • Rafael Ramoshas quoted4 days ago
    –Una madre es tantas cosas que ningún mortal podría decirlo. Pero yo les digo, mis hermanos, por ahora, sólo por ahora, una de sus aristas o facetas: una madre es la persona que imagina, para un bebé, un niño, cualquier persona en su cuarto creciente, un futurito. No digo un gran futuro, mis hermanos: ningún futuro es más grande que otros porque todos son el mismo, todos nos llevan a lo mismo, gracias sean dadas al Señor.
  • Rafael Ramoshas quoted4 days ago
    –... una madre no es una bestia fornicadora que, en un instante de lujuria, llena una parte de su carne con algún trozo de otra carne y, de resultas, le queda una carnecita que le crece. ¿Es eso una madre, mis hermanos?
    –No, padre, eso no es.
    –¿Ustedes saben qué es una madre, mis hermanos?
    –No, padre, no no no. ¿Qué es una madre, padre?
    –¿Ustedes saben algo, mis hermanos?
    –No, padre, no no no
  • Rafael Ramoshas quoted4 days ago
    Nelson había terminado una jornada de diez horas paleando cal en una obra y, con la caída del sol, tres compañeros le propusieron que los acompañara a tomar una cerveza. Nelson les dijo, como solía, que no gracias, que tenía algo que hacer; cuando caminaba hacia la parada del colectivo empezó a imaginarse que realmente tenía algo que hacer: que debía ir a su casa, bañarse, vestirse, sacar su coche e ir a buscar a su novia para invitarla a comer tremenda feijoada en un restorán de la avenida Atlantica; que después se irían a bailar, beberían algo fresco, se besarían como si importara. Nelson tardó un momento en recordar que no tenía una casa ni una ducha ni mucho menos coche ni novia ni la más remota posibilidad de ir a un restorán de la avenida; de pronto, su mundo fue carencia pura. Pensó en ir a buscar una mujer a João de Souza y le dio asco –o esa forma del asco que es sobre todo pena por uno mismo: la peor.
  • Rafael Ramoshas quoted4 days ago
    Nelson había llegado a ese punto raro, quizás envidiable, en que una persona consigue no pensar que su vida debería ser, si existiera alguna forma improbable de justicia, distinta de lo que es. O incluso que, por cualquier otra razón, puede llegar a ser distinta. Muchas personas no lo consiguen nunca; Nelson, entonces, no se dio cuenta de que lo había logrado. No lo entendería, en verdad, hasta mucho después
  • Rafael Ramoshas quoted8 days ago
    a veces le decía cosas que me dejaban pensando: lo mejor de mi diálogo conmigo.
    –Mi amor por vos es incondicional. No depende de tonterías como que existas o no existas.
  • Rafael Ramoshas quoted8 days ago
    «Ser chico es ser grande», decía su eslogan, que se convirtió de pronto en la consigna de mamá: «Cualquier cosa que haga un chiquitito –la autora o su traductor insistían en la palabra chiquitito, que fue, de ahí en más, el nombre oficial de mi apariencia– será más valorada por el mundo, que le dará el peso de lo que hacen los que parten desde una posición aparentemente desventajosa: nuestro mundo valora más que nada lo que logran los que no están en condiciones de lograrlo, la hazaña del self made man. El chiquitito es el self made man por excelencia –decía–, porque se ve tan claro que no ha sido hecho como debería y debe hacerse: ésa es su ventaja, y cada chiquitito debe aprenderla, aprovecharla.»
  • Rafael Ramoshas quoted8 days ago
    Sólo mamá quería que saliera más: me insistía Nito mi amor por qué no vas al centro, podés ir a tomar un helado o a bailar o lo que quieras, no te preocupes por la plata yo todavía te la puedo dar –decía, dos veces por semana, y trataba de decirlo casual, como quien recuerda algo no muy importante que ni siquiera había olvidado, pero se le notaba la ansiedad más que la grasa.
    –Sí, mamá, gracias. Ahora tengo cosas que hacer pero mañana voy.
    Mis respuestas eran convencionales, repetidas. A mí no me interesaban esas actividades –me decía que no me interesaban– que los jóvenes deben hacer porque son jóvenes: maneras generacionales de perder el tiempo, música fuerte, risas nerviosas, gritos en la esquina, modos de compartir el tedio de los que todavía no saben qué hacer con sus vidas: de los que subrayan la palabra todavía como si después, de pronto, un día, pudieran descubrirlo –y mientras tanto. Aunque es cierto que yo podría haber trabajado un poco más la actitud baibar, ese clásico joven
  • Rafael Ramoshas quoted8 days ago
    Era delicioso: Ayelén tenía diecisiete años y –suponía entonces y confirmé después– más carreras que Yatasto. El que decía más carreras que Yatasto era mi abuelo: alguna vez le pregunté y me dijo que Yatasto era un potro que había ganado muchas carreras en Palermo y San Isidro, el mejor de todos, pero que la frase se aplicaba a las yeguas más yeguas: que eso siempre le había llamado la atención. Y yo, desde su muerte, solía decir más carreras que Yatasto, mentando un caballo que nunca conocí ante gente que ni siquiera sabía que eso era el nombre de un caballo: un diálogo sordo con mi abuelo, una forma de decirle estás ahí –en las carreras de Yatasto, en esas grupas encrespadas.
  • Rafael Ramoshas quoted8 days ago
    Era injusto que la muerte de ese desconocido fuera tan importante en mi vida. Mi padre aprovechaba su muerte demasiado. Quizá supiera –él sí supiera– que nadie está muerto mucho tiempo. Él, por ejemplo, seguiría muerto unos años más, los que yo viviera, quizás incluso los que vivieran mis hijos si es que alguna vez me resignaba a hacer hijos como serían los míos. Después ya no estaría más muerto: dejaría de existir, volvería a no haber existido. Él, seguramente, lo sabía: y entonces, mientras podía, aprovechaba.
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