Cuando sientas que un juicio está intentando colarse de nuevo por la puerta, y es muy probable que lo haga (¡tal vez incluso en múltiples ocasiones!), sencillamente reconócelo y, de forma suave pero firme, acompáñalo a la salida. Nada nos saca más de la experiencia directa de la conciencia del momento presente que los juicios, con sus historias, reglas y conclusiones cargadas emocionalmente, sobre nosotros mismos, de los demás o del mundo.
Abraza la conciencia del momento presente: Considera todo como simple información. Sean cuales sean las sensaciones directas, las corazonadas o los momentos de revelación que lleguen a tu conciencia, simplemente dales la bienvenida, reconócelos y, cuando estés preparado, sigue adelante con la menor cantidad de juicios posible.
Los estados profundos de conciencia, que denomino «conciencia expandida», pueden surgir cuando reconoces que toda la extensión del tiempo existe solo en el momento presente. Lo que necesites del futuro, o que sea relevante o deba ser sanado del pasado, puede mantenerse en tu conciencia en el momento presente.
Confía en el proceso: A medida que despiertas tu curiosidad y abrazas la conciencia del momento presente, confiar en el proceso aumenta la experiencia. El atributo de la confianza abre las puertas a un sinfín de posibilidades para encontrar soluciones sanas y creativas a las cuestiones más problemáticas de la vida.
Muchas personas han sufrido traumas que hacen difícil confiar en el momento presente. Sin embargo, en lugar de actuar o pensar con el piloto automático (normalmente dirigido por experiencias antiguas que inducen al miedo), debes saber que, cuando confías en tu conciencia del momento presente y vas a tu propio ritmo, el flujo natural de la vida se despliega con mucha más gracia y facilidad.